sábado, 20 de marzo de 2010

II Encuentro Latinoamericano de Bibliotecólogos, Archivistas y Museólogos (EBAM)



El II EBAM se llevará a cabo en la Universidad San Ignacio de Loyola, los días 08, 09 y 10 de setiembre próximo. Auspician: Universidad Particular de San Martín de Porras, Grupo ALTAMIRA, CIDAGI (Centro de Investigación en Desarrollo Archivístico y Gestión de la Información), Archivo General de la Nación, Escuela Nacional de Archiveros, Jurado Nacional de Elecciones, entre otros.

Por otra parte se estan realizando los ultimos detalles para concretar la organizacion de el II EBAM .

ESTIMADOS COLEGAS:
POR ENCARGO DE LA COMISION DE CONVOCATORIA DE CONSTITUCION DE LA ASOCIACION DE BIBLIOTECARIOS, ARCHIVEROS Y MUSEOLOGOS DEL PERU (ABAMP), TENGO EL AGRADO DE CITAR A UD. A LA ASAMBLEA GENERAL, A LLEVARSE A CABO EL VIERNES 19 DE MARZO DEL AÑO EN CURSO, EN EL AUDITORIO DE LA SEDE CENTRAL DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES, SITO EN JR. LAMPA Nº 946 (ESQ. LA COLMENA), LIMA CERCADO, A HORAS 06:00 P.M. LA AGENDA A DESARROLLARSE ES LA SIGUIENTE:

- INFORMES
- ELECCION DE LA JUNTA DIRECTIVA
- ELECCION DE LA COMISION ESTATUTARIA
- ELECCION DE LA COMISION DE PERSONERIA JURIDICA
- OTROS

MUCHO AGRADECERE A UDS., A LA BREVEDAD POSIBLE, SE SIRVAN CONFIRMAR SU PUNTUAL ASISTENCIA.

ENRIQUE J. ESPINOZA SALVATIERRA
Fonos: (511) 553-2041 (casa) / (511) 99-002-8943 (celular)
Email: enriqueespinoza84@yahoo.es
"Quien descubre la verdadera amistad, se encuentra con un tesoro inagotable"

miércoles, 3 de marzo de 2010

COMO HACER UN INVENTARIO DOCUMENTAL EN UN ARCHIVO DE GESTION O ARCHIVO CENTRAL




Adaptación y análisis del artículo de JORGE NUÑEZ CHAVEZ 2008/04/15 aplicado a la realidad archivística peruana, para entidades públicas y privadas.2010

Quizá para muchos profesionales en materia archivística, haya sido nuestro primer reto en cuanto a los avatares que la labor nos muestra, y no dudo en mencionar que quizá en el campo, muchos de nosotros hubiera preferido tener un manual exacto de cómo realizar un inventario correctamente.
En el siguiente análisis cito el artículo del DR NUÑEZ material publicado en el 2008 donde muestra los principales alcances para poder elaborar un inventario de la forma más concreta y accesible a las funcionalidades de la entidad o empresa.
Las tareas de organización de un archivo ya sea administrativo o histórico, deben iniciar o culminar necesariamente con la elaboración de un inventario que describa el contenido y organización de los documentos que lo integran. Un inventario “es el instrumento de consulta que describe un fondo o una colección mediante la reseña de sus series” [1] documentales. El inventario no es un simple listado o relación de los documentos contenidos en un archivo, es un instrumento de registro, de control y localización tanto de la documentación como de la información que contiene.
La finalidad del inventario es “testimoniar documentalmente en cada momento la existencia o ausencia de una unidad del fondo, facilitar por ellos su recuento reglamentario, garantizar y asegurar la permanencia y recuperación fácil de la organización natural de los documentos ante el caso de un eventual desorden; y facilitar la búsqueda de un documento con eficacia mediante la localización de una signatura topográfica reflejada en él”. [2] En muchas ocasiones la elaboración de un inventario en un archivo tiene como objetivo enviar a un lugar distinto la documentación (inventario de transferencia) que ya no tiene utilidad para efectos administrativos en las áreas tramitadoras, y se envían a bodegas, almacenes o en el mejor de los casos al archivo de concentración. Según Manuel Romero Tallafigo, en los archivos administrativos “el inventario está abierto, se confecciona a base de las hojas de remisión de fondos enviados al archivo central” por las diferentes áreas de la institución. [3]
De acuerdo con la Norma Internacional de Descripción Archivística, el inventario debe consignar seis elementos obligatorios:
1. Signatura/código de referencia. Son los códigos asignados a los países para identificarlos en el contexto internacional. A PERU le corresponde PE.

2. Título. Es el nombre del archivo y del fondo o colección.

3. Fechas extremas. Corresponde a la fecha inicial y final del expediente. Se puede citar día, mes y año o solo los años inicial y final de la documentación.

4. Nivel de descripción. Se refiere a la necesidad de indicar si el archivo cuenta con otros instrumentos de descripción como son guías o catálogos (impresos o en bases de datos). Además se debe explicar en una presentación o introducción, si el inventario se refiere a todo el fondo, a algunas secciones o solo a las series documentales.

5. Volumen y soporte. En cuanto al soporte del documento éste se refiere al tipo de material empleado para resguardar la información: microfilmes, videos, fotografías, papel, películas, discos compactos, etcétera. Para finalizar se deberá indicar cuál es la unidad de medida empleada para cuantificar el volumen documental del archivo ya sean documentos, expedientes y cajas (señalar tipo y medidas de la caja, el material con que están fabricadas), por ser las más comunes. Quisiera llamar la atención sobre la utilización de la unidad de medida denominada “metros lineales” de documentación que ha causado mucha confusión al momento de hacer el inventario general de los archivos. Esta unidad de medida se utiliza única y exclusivamente cuando no se puede cuantificar el número de documentos, expedientes, cajas, archiveros o gavetas que integra un archivo, o bien para convertir al sistema métrico decimal, las cantidades antes descritas. No es una unidad de medida obligatoria para cuantificar el volumen documental, pero es un recurso ante la imposibilidad de utilizar las unidades de medida mencionadas anteriormente.

6. Nombre del productor. Es “cualquier entidad (institución, familia o persona) que ha producido, reunido y conservado documentos en el desarrollo de su actividad personal o institucional”.[4] Para el caso de las instituciones se debe registrar el nombre de la entidad que se está describiendo, su historia o la historia del fondo, sección o serie documental, lugares y fechas extremas de su documentación.
Una vez enumerados estos elementos se evidencia que “la utilidad del inventario es doble: informar acerca del documento y localizar el mismo”.[5] Además de que el inventario “es también un instrumento de control de la documentación, el archivista sabe qué tiene y en dónde está.”[6]
Las recientes disposiciones legales [7] en materia de organización de archivos establecen entre otras obligaciones de los servidores públicos, garantizar la localización y el uso de los documentos que integran los archivos a su cargo.
Para cumplir esta tarea, los mismos lineamientos establecen y definen los diferentes tipos de inventarios documentales como los “instrumentos de consulta que describen las series y expedientes de un archivo que permiten su localización (inventario general), transferencia (inventario de transferencia) o baja documental (inventario de baja documental)”.[8] (VEASE INVENTARIO DE ELIMINACION EN EL CASO DE LOS ARCHIVOS EN PERU.)
Después de cuatro años aún persiste en las instituciones y entidades de la Administración Pública, cierta confusión en lo que se refiere a la elaboración de los inventarios documentales, no se conocen cuáles son sus principales características y para que se deben elaborar, especialmente en los archivos de trámite o gestión.
Los archivos de trámite o gestión como parte de sus funciones, deben elaborar el inventario general o inventario de registro, el inventario de transferencia primaria y en algunos casos el inventario de baja documental o inventario de eliminación. Asimismo corresponde a los “titulares de las áreas respectivas y entidades asegurarse de que se elaboren los instrumentos de consulta y control que propicien la organización, conservación y localización expedita de sus archivos administrativos” [9] entre los que se encuentran los inventarios documentales.
Pero para cumplir con estas disposiciones ¿Cómo se debe elaborar un inventario documental? ¿Qué es un inventario general o inventario de registro y cómo se elabora? Inicialmente es una condición necesaria que los expedientes del archivo de trámite o gestión se hayan clasificado utilizando los distintos niveles jerárquicos documentales de fondo, sección y serie y dispuestos en un orden determinado por las propias series y ubicados en un lugar determinado. Termino este artículo refiriendo el formato de inventario que reúne los elementos mínimos indispensables que he consignado líneas arriba y que pudiera utilizarse en los trabajos de organización de los archivos de trámite o gestión y en efecto a la solicitud del mismo al mail del sitio se podrá enviar los formatos en Excel para su desarrollo uso o modificación.

(Adaptación por JPP) 2010
BIBLIOGRAFÍA
González Castrillo, Ricardo, Oposiciones a Bibliotecas y Archivos, 2ª. ed., Madrid, Editorial Complutense, 2004.

Lineamientos Generales para la organización y conservación de los archivos de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal”, Diario Oficial de la Federación, viernes 20 de febrero de 2004, versión digital.

Norma Internacional Sobre los Registros de Autoridad de Archivos Relativos a Instituciones, Personas y Familias, 2ª ed., Madrid, Ministerio de Cultura de España, Secretaría General Técnica, 2004.

Parra Betancourt, Margarita, “Descripción Archivística: Inventario”, Memoria Página Web: Archivística, Núm. 10, México, Adabi, A.C., 2007.

Romero Tallafigo, Manuel, “Instrumentos de descripción”, Memoria Página Web: Archivística, Núm. 10 México, Adabi, A.C., 2007.
Notas
[1]Margarita Parra Betancourt, “Descripción Archivística: Inventario”, Memoria Página Web: Archivística, Núm. 10, México, Adabi, A.C., 2007, p. 64. [2] Manuel Romero Tallafigo, “Instrumentos de descripción”, Memoria Página Web: Archivística, Núm. 10 México, Adabi, A.C., 2007 p. 99. [3] Ibid. p. 85 [4] Norma Internacional Sobre los Registros de Autoridad de Archivos Relativos a Instituciones, Personas y Familias, 2ª ed., Madrid, Ministerio de Cultura de España, Secretaría General Técnica, 2004, p. 25. [5] Margarita Parra, op.cit., p. 64. [6] Ricardo González Castrillo, Oposiciones a Bibliotecas y Archivos, 2ª. ed., Madrid, Editorial Complutense, 2004, p. 259 [7] “los servidores públicos están obligados a garantizar la integridad y conservación de los expedientes y documentos, facilitar y controlar su uso y destino final, así como permitir la adecuada conformación de la memoria institucional de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal “Lineamientos Generales para la organización y conservación de los archivos de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal”, Diario Oficial de la Federación, viernes 20 de febrero de 2004, versión digital. [8] Ibid. [9] Ibid.

VALORACIÓN DOCUMENTAL: PRINCIPALES CORRIENTES



La situación de la valoración documental ha sido estudiada en diversos países pero destacan fundamentalmente las aportaciones hechas por Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá. Asimismo es importante mencionar la relevante contribución del Consejo Internacional de Archivos y de la UNESCO que han trabajado conjuntamente en la publicación de varios estudios RAMP.

Alemania

Este país que se caracteriza por su larga tradición racionalista ha sido de los primeros en preocuparse por la valoración. Mientras que Inglaterra, cuando menos al principio, ha valorado para eliminar, Alemania lo ha hecho para conservar. Lo que a primera vista, según apunta Carol Couture, puede parecer un juego de palabras, encierra de hecho una diferencia fundamental. El primero se preocupa especialmente por los intereses administrativos, financieros y a corto plazo (economía de espacio) que ofrece la eliminación, mientras que al de la segunda tendencia le mueve más el interés patrimonial.

Con Karl Otto Muller, a partir de 1928, Heinrich Otto Meisner en 1937, así como Georges Wilhelm-Sante y Wilhelm Rohr en 1957, la importancia del organismo creador es el primer punto de reflexión que han explorado los archivistas alemanes en materia de valoración.

El archivista Joachim Schreckenbach afirma que el archivo debe dar testimonio de todas las actividades del conjunto de la sociedad y la importancia del organismo creador, el uso de los documentos y la aproximación social.

Inglaterra

La contribución de los ingleses es singular. La archivística inglesa ha estado marcada por Hillary Jenkinson y su obra Manual para la Administración de Archivos que ha inspirado a archivistas de todo el mundo. Allí donde los alemanes han afrontado el problema, los archivistas ingleses, siguiendo a Jenkinson parecen dejar todo el problema al gestor.


"para un organismo administrativo destruir lo que ya no necesita es un asunto de su exclusiva competencia y una acción que futuras generaciones (aun cuando pudiesen encontrar razones para lamentarla) no pueden criticar sino solo bajo aquellas aspectos que solo le conciernen para tomar una decisión- la necesidad de sus intereses prácticos..."

Estados Unidos

En los años treinta, archivistas norteamericanos se dejaron seducir por la idea de valorar para eliminar. Pero desde 1940, un pionero en esta materia, Phillipp C. Brook se opone a este planteamiento en un texto cuyo título es muy clarificador: La selección de documentos para la conservación. Brooks llamó la atención acerca de tres criterios para juzgar el valor permanente: valor que la institución de origen otorga a los documentos, utilidad que presentan para la historia de la institución y valor histórico de dichos documentos.

Quince años después Schellenberg definirá dos conceptos esenciales que han suscitado consenso: el valor primario, que vincula los aspectos legales, financieros y administrativos y el valor secundario basado en el valor evidencial e informativo.

Un elemento más a considerar durante el proceso de valoración documental es el hecho práctico del costo de conservación. Ya desde 1946 lo planteó Phillipp Bauer y lo reiteró más tarde Maynard Brichford.

Otros archivistas analizan y proponen principios de selección documental, de acuerdo a las características específicas de los documentos tales como forma, periodo al que corresponden y estado de organización.

En 1981, Harold T. Pinkett apuntaba que las consideraciones más recientes para la valoración documental agregaban otros factores a los planteados por Brooks y por Schellenberg, tales como la factibilidad de su uso y perspectivas de investigación o metodologías, para ser tomados en cuenta al aplicar los principios.

A lo largo de este recorrido, subyace la idea de que la permanencia de todos los documentos era absoluta, pero con el crecimiento de los archivos se inicia la relativización del concepto y va surgiendo la concepción de que no siempre es la conservación física de los documentos lo importante, sino la conservación de la información.


En años más recientes Frank Boles y Julia Marks Young exploran la caja negra de la valoración. Éstos presentan en 1991 una síntesis y una articulación de criterios vanguardistas, estructuran una teoría de la valoración y articulan un conjunto de criterios en tres módulos: valor informativo, costos de conservación y consecuencia de las decisiones resultantes de la valoración.

Canadá

En Canadá los Archivos Nacionales fue una de las primeras instituciones en preocuparse por la valoración. Hasta la adopción de la Ley de Archivos de 1987 esta institución practicó una política pasiva ante la valoración, limitándose a aceptar las propuestas que les presentaban los ministerios y organismos gubernamentales. A partir de 1990 desarrollaron una política calificada como "desde arriba hasta el fondo" estableciendo un orden de prioridades entre las instituciones cuyos fondos había que valorar. De aquí surge la "macrovaloración" que obtendrá carta de naturalización con los trabajos de Therry Cook. Según este planteamiento, es necesario conocer bien las instituciones creadoras para que la valoración de los documentos sea pertinente y adecuada. Cook aporta así un matiz esencial a la importancia del organismo creador que desarrollaron los archivistas alemanes.

Terry Eastwood, por su parte, insiste en la necesidad que existe de considerar, también, el uso de los documentos; preocupación compartida por varios autores europeos y americanos. También él viene a matizar ideas ya conocidas. Para qué intentar, en vano, prever el uso futuro de los documentos. Es mejor estudiar y entender bien el uso que se les da en el momento de su creación. Es de esta utilización de la que hay que preocuparse pues es de ella de la que los documentos deben ser testigos privilegiados.

En cuanto a los archivistas de Quebec, exploran vías propias. A partir de la Ley de Archivos de 1983, otorgan un papel preponderante al calendario de conservación reconociendo así el carácter central de la valoración. Desde entonces todos los organismos públicos deben valorar sus fondos y la valoración se convierte en el eje sobre el que gira la archivística quebequense. Rousseau y Couture reivindican una archivística integrada que otorgue un lugar importante a la valoración con vistas a prestar un mejor servicio al productor de los documentos.

La valoración es pues en nuestros días pieza clave porque no sólo debe ser lo suficientemente precisa y ser aplicada sistemáticamente para racionalizar y planificar un sistema de archivos, sino además pensada para que de un fiel testimonio del devenir de las instituciones, del paso del hombre por la sociedad y de la sociedad que los creó.

Articulo publicado por : Amanda Rosales Bada(Mexico 2004)
extraido del sitio http://www.adabi-ac.org

aportes a la valoracion documental

En soporte para los estudios posteriores a la carrera de ARCHIVISTICA Y GESTION DOCUMENTAL... Estudiantes ENA y archivistas en general.

FISICAMENTE LOS DOCUMENTOS QUE CONFORMAN UNA SERIE DEBEN ESTAR JUNTOS?


La legislación establece que las herramientas de descripción funcionan en cuanto a las series adecuándose a los principios básicos para su organización y servicio funcional. (Respetando los principios básicos de orden original y de procedencia.)
Actualmente las herramientas de descripción archivística han sido modificadas, estableciendo pautas de funcionalidad más complejas pero efectivas a la vez. Véase en los catálogos electrónicos o en las bases de datos, inventarios de registro general o registros de ubicación topográfica.
Este cambio nos lleva a optar por la funcionalidad a la hora del servicio, siendo esta pauta la principal para el desarrollo de un archivo, ya que está establecido que los documentos se organizan por series, para el servicio y su funcionalidad, dando el acceso a las herramientas de gestión y descripción.
Por lo tanto debido a la funcionalidad de las herramientas de gestión y descripción, la unión de los documentos que conforman una serie, no siempre se cumple de forma estricta, ya que su servicio seguirá siendo de la misma forma efectivo, y podrá obedecer a los requerimientos internos para la organización, de la empresa o entidad, según la demanda de las prestaciones en el archivo.

La legislación, no pretende anular estos procedimientos, ya que solo establece pautas de organización en base a los principios básicos, que son fundamentalmente estrictos para su desarrollo en las entidades públicas, y sirven para la organización técnica de documentos en general.
Sin embargo, no sería anti técnico, el procedimiento de separación de documentos que conformen una serie, por que la legislación no lo establece y tampoco lo especifica como un procedimiento no valido.

analisis por JPP

lunes, 1 de marzo de 2010

Normas ISO de utilidad en los archivos




ISO 639‐2 ‐Codes for the representation of names of languages, Alpha‐3 code, Geneva:
International Standards Organization, 1998.
ISO 999 ‐Information and documentation ‐Guidelines for the content, organization and
presentation of indexes, Geneva: International Standards Organization, 1996.
ISO 2788 ‐Documentation ‐Guidelines for the establishment and development of monolingual
thesauri, Geneva: International Standards Organization, 1986.
ISO 3166 ‐Codes for the representation of names of countries, Geneva: International Standards
Organization, 1997.
ISO 5963 ‐Documentation ‐Methods for examining documents, determining their subjects, and
selecting indexing terms, Geneva: International Standards Organization, 1985.
ISO 5964 ‐Documentation ‐Guidelines for the establishment and development of multilingual
thesauri, Geneva: International Standards Organization, 1985.
ISO 8601 ‐Data elements and interchange formats ‐Information interchange ‐Representation of
dates and times, 2nd ed., Geneva: International Standards Organization, 2000.
ISO 15489 ‐Information and documentation ‐Records management, parts 1 and 2, Geneva:
International Standards Organization, 2001.
ISO 15511 – Information and documentation – International standard identifier for libraries and
related organizations, Geneva: International Standards Organization, 2003.
ISO 15924 ‐Codes for the representation of names of scripts, Geneva: International Standards
Organization, 2001